por Sergio Solis Arana

La energía en la sintergetica

    La energía que se utiliza en sintergética tiene las propiedades de la luz: reflexión, refracción y conducción; tiene capacidad de transferirse, sea con medios biofísicos, con la visualización o mediante la palabra, que es lo que se llama sanación: cerrar los ojos y dirigir la información con sentido y, fundamentalmente, con amor. Ésta es una medicina de la intuición, una medicina del sentir, no del pensar. Esta energía adquiere las características del sistema, cambia según la persona, lugar y circunstancias; para que circule debe existir diferencia de potencial y ésta la debe dar el terapeuta. Por último, la energía está en todas las expresiones de la vida.
    
     Hace muchos años, cuando el paciente veía la tranquilidad y autoridad con que actuaba el médico ya comenzaba a recibir la terapéutica; ahora eso no ocurre, porque los médicos actúan con miedo, el miedo a la demanda, el miedo a que no se les crea, el miedo a derivar y por eso piden exámenes y caen en excesos en cuanto a instrumentación e intervención. El terapeuta debe estar ordenado, debe crear una diferencia de potencial, debe ser un campo en que todo su pensamientos sea lógico y acorde con lo que está sintiendo.
       
     Uno de los secretos de la sintergética es hacer la pregunta correcta, para obtener la respuesta correcta. En cuanto a la terapéutica, hay muchas formas de abordarla y se debe elegir aquélla que tenga sentido para el paciente, de modo que si el paciente necesita un fármaco, hay que dárselo, pero sin dejar de pedirle que piense porqué le están sucediendo las cosas. Muchas veces en la conversación aparece la falta de libertad y luego aparece la causa, entonces esto hace sentido a la familia y al niño y desde ese punto se puede lograr un cambio radical de la situación, solamente con la conversación.

    
Existen tres tipos de energía:
 
     Energía eléctrica: es el polo cefálico, el SNC; los neuropéptidos (la serotonina y la melatonina), se sintetiza en la glándula pineal. Para los budistas es el hilo de la conciencia, del alma.
 
     La energía magnética: es el polo magnético; los neuropéptidos (la dopamina y la melanina). En este polo radica la emocionalidad y la relación. La melanina, que da el color a la piel, deriva del ectodermo, al igual que el SNC; por eso los problemas relacionales se suelen manifiestar por alteraciones en el color de la piel.
 
     La energía reticular: es el polo metabólico, que corresponde al tubo digestivo y la glándula tiroidea. Los neuropéptidos (la acetilcolina, la adrenalina y la vasopresina).

 
Lectura de los neuropéptidos según la sintergética
 
Serotonina: se asocia al dolor visceral y a la sensación de náusea y vómito. Para la sintergética es el mensajero de la paz, el futuro, la búsqueda de la fantasía, lo bueno. Los pacientes con depresión endógena que se suicidan tienen niveles de serotonina cercanos a cero: esos pacientes no tenían paz ni futuro, no buscaban la fantasía ni deseaban lo bueno de la vida. En todos los cuadros de dolor abdominal recurrente, en que el dolor es lo fundamental, la orientación de la sintergética debe llevar a preguntarse porqué ese paciente no está en paz, cómo visualiza su futuro económico y de trabajo, cómo lo visualizan los padres, cómo ve ese niño la vida, si le parece algo bueno o algo malo y cómo la ven sus padres.



Dopamina: es el mensajero del amor; representa el presente, la búsqueda de la excitación y lo bello de la vida. La dopamina tiene conexión con la serotonina en el hipocampo, donde reside la memoria afectiva, a través de la amígdala, donde se da el contexto afectivo (el sentimiento del sentimiento). Muchas veces, detrás del dolor hay una falta de paz y detrás de esa falta de paz hay una falta de amor, o una alteración en la relación del niño, o del adulto, con sus pares en el trabajo o con el cónyuge. Por lo tanto, se debe aclarar cómo vive el adulto o el niño el presente, si lo siente agresivo, competitivo o amable. La pregunta se debe dirigir a ver cómo está su capacidad de amar, de amarse a sí mismo para poder amar al resto, cómo se relaciona el niño con sus hermanos, con sus compañeros en el colegio, con sus padres y cómo vive el presente. Si se preguntara a los escolares de colegios de alta exigencia cómo ven el presente, es probable que la respuesta no fuera muy agradable.
 
Acetilcolina. Es el neurotransmisor de la libertad, del pasado, de los circuitos de culpa y castigo, de lo verdadero. Ahí está la ley del tres: lo bueno, lo bello y lo verdadero. La persona se libera cuando está en paz con su pasado; la acetilcolina tiene que ver con la secreción gástrica y la motilidad intestinal, de modo que detrás de una dispepsia ulcerosa o un síndrome de intestino irritable con diarrea y secreción de mucus, la pregunta adecuada es ¿cómo está viviendo esa persona su pasado? En el caso de un niño, cómo están sus padres, en un adulto, cómo fue su pasado biológico, que muchas veces es diferente del que tiene ahora. Estar en paz con el pasado da libertad; estar en paz con los padres significa aceptarlos sin juicio, aunque el padre sea alcohólico, porque debe haber algo en su pasado que lo condujo a eso. Al ver lo verdadero de las cosas, lo esencial, se obtiene la libertad de elegir.

 
Colecistoquinina (CCK): representa la seguridad. Es importante recordar que la CCK participa en el vaciamiento de la vía biliar y el páncreas y que la vía biliar, para la medicina china, representa la evacuación de lo amargo de la vida, la ira, la rabia. En muchas alteraciones de la vesícula biliar y dispepsias biliares hay una rabia contenida en el paciente, niño o adulto. La CCK representa la seguridad, pero para obtener seguridad la persona debe estar en paz con su pasado, liberarse de lo que no le corresponde; sólo así podrá tomar decisiones con seguridad y alcanzar la libertad. O sea, en la sintergética la CCK tiene una relación fundamental con la acetilcolina.
 
Neuropéptidos: el VIP es de la contracción; el péptido C, de la relajación y de la relación entre ambos depende el ritmo. Si predomina la contracción, el paciente tendrá constipación y si predomina la relajación, habrá diarrea frecuente. Es importante observar el ritmo del paciente, ver si respeta su ciclo de vigila y sueño, si respeta las pausas de la vida, si hay una relación adecuada entre estrés y descanso, porque la alteración de estos ritmos puede ser la causa de la alteración de la motilidad. En el caso de un niño que está simpaticotónico en forma permanente, se le debe indicar, por ejemplo, que haga algunas pausas de relajación de 15 minutos durante el día, como una forma de comenzar a manejar el problema.
 
Adrenalina y vasopresina: representan el movimiento y la adaptación, respectivamente. Muchos trastornos de los niños se deben a que no se pueden adaptar a los cambios de colegio o de situación económica, lo que muchas veces ocurre porque los padres no se pueden adaptar.
En resumen, según la lectura que da la sintergética a los trastornos de motilidad, la patología se produce: por falta de paz, por falta de amor, por falta de libertad.
       
Asociado a éstos y en íntima relación: por falta de seguridad, que coarta la libertad de decidir en cuanto a lo que sentimos; por falta de movimiento, por alteración del ritmo, o por la falta de adaptación.



No Response to “ ”

Leave a Reply